Sí, podemos conseguir TODO lo que nos propongamos, AUNQUE…
Hay cosas a tener muy en cuenta algunas cosas…
Un profesor que tuve de física y química en el instituto, siempre nos decía: “si quieres ser carpintero, ¡estupendo!, pero quiere ser el mejor carpintero del mundo, esfuérzate por hacerlo cada día mejor, por aprender las nuevas técnicas, busca crecer…” Esta frase se me quedó grabada a fuego. Misión era descubrir dónde quería llegar y luego, luchar por ese sueño.
En esta vida tenemos que ser felices haciendo lo que realmente nos gusta o apasiona, y como trabajar es necesario para vivir, qué mejor que “intentar” (y lo pongo entre comillas porque no se trata de intentar sino de hacer) formarse para desarrollar la profesión con la que nos sintamos felices. Ahora muchos pensaréis cosas como: “claro, pero según está el mercado, a mí me encantaría, pero no me contratan de lo que me gustaría…”. Y sí, estoy de acuerdo, en muchos casos las personas no tienen las oportunidades que merecen. No obstante, si nos empeñamos en algo y luchamos por conseguirlo día tras día y año tras año, lo conseguiremos. Y esto nadie me lo quitará de la cabeza, porque nadie dijo que esto fuera fácil pero tampoco nadie dijo que fuera imposible. Que lloraremos, sí, que echaremos pestes por la boca en muchos momentos, quizás, pero lo más importante, ser positivos e insistir sin cesar hasta conseguirlo. Y para ello… un PLAN DE ACCIÓN, no hay objetivos logrados sin esto.
Una vez tenemos el plan de acción diseñado, hay que ponerse manos a la obra, y es entonces cuando tenemos que tener en cuenta lo siguiente:
A. Cada día seguiré los pasos marcados “estrictamente”, es decir, siempre seré flexible. No obstante, las tareas marcadas las realizaré, y si un día dejé una por hacer, ésta será hecha al día siguiente sin falta.
B. Evitaré cualquier situación que me desvíe de mi objetivo. Puntualmente no pasa nada, pero es importante centrarse y saber qué cosas pueden hacer que no llegue a la meta.
C. El día queme levante sin fuerzas y desmotivado, cerraré por un momento los ojos y pensaré en lo que ya he logrado y en lo que sé que voy a lograr. Lo visualizaré y me diré “lo voy a conseguir porque yo puedo con esto y con más”. Hacerlo tantas veces como nos sea necesario hasta sentirnos mejor y con más fuerza.
D. Llega un día en el que siento que no avanzo, que estoy estancado y que tengo que hacer algo diferente. Pues bien, pararemos y revisaremos el plan, quizás haya que modificarlo, cambiar alguna de las acciones, los tiempos, etc.
E. Si hay algo muy fuerte que me saque del mi plan de acción, es importante plantearse hasta qué punto éste es realmente el momento de querer llegar a la meta. Es algo muy común, las personas solemos comenzar a realizar algo sin habernos percatado de si es o no el momento adecuado. Podemos haber analizado todo, pero cuando verdaderamente se descubre si una persona quiere o no y dónde llega su nivel de compromiso, es en la ejecución de las acciones. Y si ahora no es el momento, lo será en un mes, en dos, en un año o nunca… quién sabe. Y recuerda, si nunca se llegara a ejecutar el plan de acción, podemos aprender mucho de ello, ¿no crees?.
En nosotros está lograr nuestro sueño, objetivo o meta, como queramos llamarlo, lo que sí es más que indispensable es querer lograrlo con todas nuestras fuerzas y con todo nuestro corazón, para que cuando nos pongamos a ejecutar las acciones, lo más importante, tengamos la energía suficiente para aguantar el tiempo necesario y requerido hasta lograrlo. Esto es clave.
Y para este post…maravillosa frase de Robert H. Schuller:
“Un logro espectacular esta siempre precedido por una preparación espectacular.”
Cristina González Manzano
Consultora de RRHH. Coach Certificada.