La entrevista desde la perspectiva del reclutador
Mirando con sus ojos
Como candidatos es importante que aprendamos a pensar como los reclutadores ya que eso nos ayuda a decidir si una respuesta que tenemos en mente puede ser o no beneficiosa para nosotros como candidatos a un determinado puesto.
Pregunta: ¿Cuéntame por qué terminaste en tu último empleo? (Candidato para un puesto de compras)
Respuesta: quiero ser sincero y fue porque no llegué a tener una buena relación con mi jefe directo. Era una persona que en mi punto de vista le faltaba comunicación, no escuchaba y por desavenencias preferí abandonar mi puesto de trabajo.
Con los ojos del reclutador: como reclutadores, siempre nos solemos poner en lo peor ya que normalmente los candidatos dulcifican las respuestas y si ya te dicen algo como “desavenencias”, “no tenía buena relación con mi jefe” da que pensar. Bien es cierto que se ve en conjunto, es decir, se preguntan los motivos de dejar otros trabajos y se va comprobando si es algo puntual o, por el contrario, en el discurso general.
Pregunta: cuéntame alguna situación de estrés que hayas tenido y cómo la afrontaste, puede ser algo personal o profesional (Candidato para un puesto de RRHH).
Respuesta: con un compañero que no tenía buena relación. Eso me generaba mucho estrés y lo que hice fue pedirle tomar un café y hablar la situación. Le pregunté qué le sucedía conmigo, le dije que le notaba extraño y que yo solo quería ayudar y aportar al departamento (…).
Con los ojos del reclutador: buena respuesta. Se observa una persona que es resolutiva que le gusta trabajar en equipo y no involucra a su jefe para este tipo de cuestiones (algo muy habitual), sino que él por sí mismo es capaz de tomar acción y buscar soluciones.
Pregunta: ¿qué puedes aportar a esta empresa como profesional? Dime ejemplos. (Candidato para un puesto comercial).
Respuesta: soy una persona muy extrovertida, creativa, proactiva, con gran iniciativa y a la que le gusta trabajar en equipo. Cuando alguien en mi departamento está bloqueado y no sabe cómo seguir, siempre se me ocurre alguna idea para seguir hacia delante y ayudarle. Es fundamental que rememos todos en la misma dirección (…).
Con los ojos del reclutador: en lugar de empezar por “soy…” mejor “me considero…” y ¿por qué?, porque es como tú realmente te consideras, no sabemos si eso es lo que realmente eres, la parte subjetiva siempre juega un papel importante. Por lo demás, buena respuesta.
Cuando estés preparándote para una entrevista, recuerda ponerte en los zapatos del entrevistador y mirar a través de sus ojos. Si te pones por un momento en su situación te ayudará a decidir si lo que estás pensando en decir puede o no ser beneficioso para tu candidatura. No obstante, si es una entrevista que para ti supone mucha presión y sientes que solo no puedes prepararte, no dudes en recurrir a un profesional, somos muchos los que ayudamos a candidatos en este tema y, con toda seguridad, ello te ayudará a sentirte más seguro y confiado durante todo el proceso de selección.
Para finalizar este post, nada mejor que esta inteligente frase de Stephen Covey:
“Trata de comprender antes de ser comprendido.”
Cristina González Manzano
Consultora RRHH. Coach Certificada. SCRUM Master