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Seguramente…

Esta nueva realidad que nos ha llegado nos va a afectar también a las vacaciones, a ese codiciado momento que esperamos durante todo el año. Pues bien, ¡a adaptarnos!, no hay otra. Igual que lo hicimos con todo lo que nos ha ido sucediendo desde marzo, ahora también toca pensar en cómo pasar unas buenas vacaciones, solo que, de forma diferente a la habitual, a la de otros años. Y, además, no todos tendremos vacaciones o al menos la misma cantidad que otros años. Me consta que hay muchas empresas que para salvar la situación tuvieron que dar a sus trabajadores unos días de vacaciones a lo largo de estos meses.

Han sido bastantes personas quiénes me han comentado que este año se quedaban en casa a pasar las vacaciones o que, como mucho, irían a la casa del pueblo o de la playa. Esto lo decían sin mucho entusiasmo y con algo de tristeza. Por esto, me gustaría dejarte algunas sugerencias que quizás te puedan ayudar a ver las vacaciones de este año de una forma diferente:

Cuántas cosas tenías pensado hacer en casa para las que nunca has encontrado el momento, ni siquiera en estos meses en los que apenas hemos podido pisar la calle. Pues mira, ¡aquí lo tienes! Y puede ser desde leer un libro, hasta arreglar un armario o pintar las rejas.

¿Te has parado a disfrutar de “no hacer nada”? Esto es algo que no todo el mundo sabe o le gusta hacer. Sin embargo, es muy necesario. Tenemos a nuestra mente dando vueltas todo el día sin parar, sin tener un momento para relajarse. ¿Por qué no te reservas 15 minutos al día para “no hacer nada”? solo estar sentado en el lugar que más te guste de la casa, del jardín, la terraza, etc. Y solo disfrutar del descanso del cuerpo, puedes mirar hacia arriba y concentrarte en la nada, en el color de la lámpara, del cielo, de un árbol, el olor que en ese momento estás percibiendo. Es muy importante obligar a nuestra mente a descansar y desconectar.

Otro punto esencial para esto días es que hagas cosas que no sueles hacer en tu día a día. Si por ejemplo te gusta escribir o pintar y es algo que solo lo haces en vacaciones, ¡sigue haciéndolo! Me dirás que hay cosas que no puedes hacer si no vas a los lugares concretos donde se pueden hacer, eso está claro, pero ¡sé creativo! Seguro que hay cosas que hacías todos los años que este también puedes hacer solo que de una forma diferente. Os pongo un ejemplo: tengo una amiga a la que le encanta jugar al tenis en los lugares a los que viaja. Ha estado jugando en sitios con vistas a acantilados, cerca de bosques, de dunas, pero este año, lo que va a hacer es jugar en una pista que hay cerca de su casa, donde nunca ha ido, y donde las vistas no están nada mal.

Y algo fundamental, al hilo de lo anterior: cambiar las rutinas. Durante estos días, se tiene que notar que no estamos trabajando y para ello es muy bueno cambiar las rutinas habituales de todos los días. Por ejemplo, echarnos la siesta, comer antes o después de lo que lo solemos hacer, cambiar la hora de ir a pasear o incluso de ducharnos. Se trata de, por unos días, de sentir que hacemos cosas diferentes a las que hacemos cuando trabajamos. ¡Funciona!

Este año serán unas vacaciones diferente, pero no por ello peores, solo diferentes. Recuerda, todo depende de cómo queramos ver esta situación, si negra, o más bien tirando a gris clarito. Yo me quedo con esto último ¿y tú?

Con esta bonita frase de Howard Thurman os digo adiós hasta septiembre. ¡No olvidéis disfrutar!

 “No te preguntes a ti mismo qué es lo que el mundo necesita. Pregúntate qué es lo que te hace sentir vivo y hazlo. Lo que la gente necesita es vivir”

Cristina González Manzano

Directora Gestión del Talento

Consultora RRHH. Coach Certificada. SCRUM Master

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