DÉJATE SORPRENDER… ¿POR QUIÉN? ¡Por LA VIDA!
¡Descubre CÓMO!
Si tuvieras que definirte como persona, ¿cómo lo harías?, ¿dirías que eres de esas que les encanta que la vida les sorprenda y no les importa desconocer lo que el futuro les puede deparar? o ¿prefieres decir que te gusta planear todo y si algo sucede y trastoca lo planeado te supone estrés?
Puede que estés más del lado de la primera pregunta, de la segunda o de una combinación de ambas pero para mí, lo importante es SER CAPAZ de ADAPTARSE a las situaciones que se nos presenten, pues aunque tengamos planes, existen multitud de agentes externos que nos pueden trastocar cualquiera de ellos.
Como la vida siempre nos puede sorprender, y de hecho, lo hace muy a menudo, es importante:
- Ser consciente de que los planes se pueden trastocar por agentes externos a nosotros, tanto por terceras personas como por elementos climatológicos.
- Ser flexibles para adaptarnos de una forma más cómoda y sana para nosotros, a los nuevos acontecimientos, evitando o disminuyendo así estrés, sufrimiento o cualquier otro sentimiento negativo que pueda apoderarse de nosotros.
- Aceptación. En muchas ocasiones nos suceden cambios de planes totalmente inesperados en los que no hay plan B, ni C ni D, por lo que la aceptación es otra herramienta que debemos de contemplar y tener en mente. Esto no significa resignación, pues ésta tiene una connotación negativa, sino ser capaces de aceptar aún no agradándonos un hecho que no podemos cambiar y que es irreversible. Lo vemos con un ejemplo: comenzamos un nuevo empleo y tras 15 días, la buena percepción que teníamos de uno de nuestros compañeros, cambia tras ver una serie de comportamientos que ha tenido hacia nosotros. Intentamos hablar con él para preguntarle qué le sucede, pero no obtenemos respuesta. Realizamos el ejercicio de las posiciones para tratar de averiguar qué le sucede y detectar algún aspecto de nuestro comportamiento que quizás no haya sido el correcto en algún momento. Sin embargo, la situación continúa igual. Insistimos y probamos algunos métodos más sin éxito. Por ello, nos queda ACEPTAR la situación, entender que esa persona es diferente a nosotros y que sus motivos tendrá para actuar de ese modo por muy mal que nos parezca. Ni que decir tiene, que si esa situación fuera insoportable, existen muchas alternativas para actuar frente a ello, pero esto será otro capítulo.
- Aprender de los cambios. Cuando algo cambia, siempre hay una parte positiva y una negativa. Yo opto por focalizar en la positiva y aprender algo de la negativa o al menos, “llevarme algo” que me ayude a difuminar esa parte que no es tan “buena”, por así decirlo.
La vida es de colores y no todos nos gustan, y es normal. Sin embargo, el saber adaptarnos a cada uno de ellos es muy importante para sentirnos bien con nosotros mismos y cuando un momento “negro” llega, seamos capaces de sobrellevarlo de la forma menos dolorosa, al igual que cuando llega un momento de gran alegría, sepamos disfrutarlo con la intensidad que merece.
Para cerrar este post, os dejo una preciosa frase de Nikos Kazantzakis:
“Ya que no podemos cambiar la realidad, cambiemos los ojos con que vemos la realidad.”
Cristina González Manzano
Coach Certificada. Formación, Reclutamiento & Headhunting